La Deep Web, la Dark Web y la Surface Web son tres términos que se refieren a diferentes niveles de acceso y visibilidad en internet. Muchas veces escenificada como un iceberg, cada una de ellas representa una capa distinta, con características únicas en cuanto a contenido y acceso, siendo la Dark web, la más profunda..
La Surface Web es la parte de internet que es accesible públicamente, es la web a la que accedemos a diario y está compuesta por redes sociales, blogs, medios digitales, tiendas online… Para acceder a ella lo podemos hacer a traves de navegadores como Google Chrome, Brave, Mozilla y otros.
No se requiere de ningún software especial para acceder y aunque a veces se ve representada como si fuera el 4% del total de internet, es un dato estimado, ya que esto es complicado de medir con precisión.
La Deep Web, en cambio, es mucho más grande y aunque muchas veces se representa como que contiene alrededor del 90-95% del contenido de internet, se trata de una estimación ya que medir todo el contenido que hay dentro de la deepweb es muy complicado.
Sin embargo, aunque esto se haya convertido en una creencia popular, no todo el contenido de la Deep Web es oscuro o ilegal. Existen bases de datos, libros, archivos de carácter académico entre otros que no necesariamente, tiene que ser contenido malicioso.
Hoy en día hay aplicaciones como Telegram, a las que se les está empezando a considerar DeepWeb, por la cantidad de información delicada compartida en la misma.
La Dark Web es una pequeña fracción de la Deep Web. Se asocia comúnmente con actividades ilegales, como mercados clandestinos y venta de bienes prohibidos. Sin embargo, también tiene usos legítimos, como la protección de la privacidad en regímenes autoritarios o la comunicación segura entre periodistas y activistas.
Esta parte no está indexada por los motores de búsqueda habituales, por lo que necesitamos de software específico, como el navegador TOR, para acceder a la misma.
Los grupos cibercriminales suelen publicar los resultados de sus ataques en sitios web alojados en la darkweb, donde ponen a la venta la información robada, estableciendo precios según su valor.
Para acceder a la Deep/Dark Web, no basta con un navegador normal, ya que se utilizan direcciones URL especiales y encriptación para mantener el anonimato de los usuarios y los sitios.